1.- Migración de datos
Los inconvenientes en este punto pueden dividirse en dos. Para transferir de forma satisfactoria una gran cantidad de datos a un ERP nuevo, primero se debe entender muy bien cómo funciona el ERP antiguo. No todos los sistemas funcionan igual, por lo que es importante cerciorarse de dónde están y de qué tipo son los datos para poder migrarlos.
Lo segundo con lo que se encuentran las empresas es la indecisión de qué datos deben ser transferidos y qué otros no. No se trata de transferirlos todos de un sistema a otro sin ningún filtro. Se deben transferir solo los que vayan a ser útiles para la compañía en el nuevo sistema.
2.- Poco conocimiento acerca del nuevo sistema
Existe una relación directa entre el nivel de conocimiento de los encargados del proyecto y el tiempo de implementación. El departamento que administrará el proyecto debe ser consciente del alto grado formativo requerido para conseguir una buena implementación. En caso de no poseer los conocimientos necesarios, la empresa debe contratar consultores externos que le guíen paso a paso en todo el proceso. No se trata de un producto que pueda abrirse y comenzar a usarse, requiere adaptaciones importantes y complejas que ralentizarán el proceso de forma significativa. Para reducir el tiempo de implementación se recomienda emplear consultores con gran conocimiento tanto del nuevo ERP como del sector en el que este se va a implementar.
3.- Expectativas fuera del alcance del proyecto
Los encargados del proyecto deben ser conscientes del tiempo, dinero y riesgo que este supone. Si una empresa se da cuenta de que no se está cumpliendo con el tiempo establecido, intentará continuar más rápido. Es ahí donde empieza el problema. La rapidez y estrés pueden llevar al descuido y, por ende, a errores. Para evitar esto es necesario que las empresas realicen su propio análisis de la implementación y, a su vez, que resuelvan dudas con el proveedor. La mejor forma de afrontar este tipo de implementaciones es tener claras las etapas, haber comunicado las expectativas, entender todo lo que ello implica, siempre investigando y preguntar a los proveedores sobre cualquier duda que se tenga.
4.- Resistencia al cambio
Algunas de las causas más comunes de la resistencia al cambio al implementar un ERP son:
- Miedo a lo desconocido o a experimentar nuevas formas de trabajo.
- Inseguridad por falta de los conocimientos requeridos.
- Falta de información del proyecto.
- Dudas acerca de la estabilidad laboral.
Desarrollar estrategias que permitan confrontar la resistencia al cambio tecnológico es lo ideal para convertir este problema en una oportunidad. Anticípate de forma inteligente a las posibles dudas, inseguridades u objeciones de tus colaboradores.
Es indispensable que tu equipo reciba capacitación y que se sienta seguro de manejar la nueva solución. Es recomendable hacer simulaciones de la operación para que conozcan a detalle el software ERP.