Durante generaciones, las empresas fomentaron las relaciones viajando a donde se encontraban los clientes, dándose la mano y hablando cara a cara. La naturaleza de las pequeñas y medianas empresas es indudablemente humana. Sin embargo, en un mundo donde el distanciamiento social, las máscaras faciales y los codazos son ahora la norma, esa proximidad física ya no es posible. Pero esto no significa que los equipos de ventas no se mantengan bien conectados con los clientes potenciales y existentes; están manteniendo esas relaciones y participando de manera efectiva en la venta digital.